dimecres, 12 d’abril del 2006

Otra vez la paella

Mi amiga Amada tiene unos vecinos que sólo ve los domingos, cuando van a hacerse la paella. Pero Amada tiene la ropa tendida precisamente el domingo. El humo de la paella siempre busca la ropa. Ya la puede esconder, cambiar de sitio, guardarla mojada, todo en vano, porque el humo de la paella siempre acaba encontrando la ropa y cuando lo hace la impregna de olor a ahumado. Esto es parte de los efectos colaterales de la paella.

1 comentari:

Anònim ha dit...

Y yo me pregunto....los Tongoleses existén? llevo un rato tratando de imaginarmelos haciendo una paella y ubicandolos en algún rincon de la tierra¡¡
Por cierto ,menuda pinta más buena tiene esa paella ...aunqeu a veces engaña, mis paellas normalmente ofrecen un aspecto estupendo, la gente cuando aparece en la mesa suele exclamar :ummm..que pinta¡¡ entonces porqué retiro los platos llenos? ...dicen que la paella es cojerle el truco al agua,creo que esa parte es la que no aprendí.Aunque creo que lo que realmente falla esque en la cocina (como en muchas cosas de la vida) hay que hacer las cosas poniendo mucho cariño...y yo eso me lo reservo para otros momentos..
Bienvenido ettore hag ..