dilluns, 31 de juliol del 2006

Trastorno obsesivo. (Sólo para adultos).

El Sr. Brugal ha pedido verme esta tarde en sesión privada. Llega a la hora convenida y toma asiento frente a mí. Nos saludamos y como es habitual, pongo las condiciones de la entrevista: duración limitada a 20 minutos, ningún juicio de valor sobre terceras personas y nada de groserías.

Antes de que comience a hablar ya sé lo que me va a contar.

- Ettore, se arranca, quería hablarte sobre esas dos grandes amigas mías, al menos amigas de nombre, que creo que también lo son tuyas...
- Rosaura y Teressa.
- Sí claro... Porque creo que ellas no están aquí ya, ¿verdad?
- Cierto, Brugal. Se han marchado de aquí y ahora trabajan en otro centro.
- Sí, ya sabía yo que se tenían que ir. Yo les dije que ya no podían seguir, después de todo lo que han hecho conmigo, especialmente Rosaura, que creo que es muy amiga tuya.
- Brugal, Rosaura es efectivamente una compañera que cuenta con toda mi simpatía. Pero desde luego, su marcha no tiene nada que ver contigo. Sería bueno que empezases a procesar la información de que dispones, y de una vez admitas que ya no están. Debes superar el proceso patológico obsesivo que te impide pensar en otra cosa que no sea esa chica.
- ¡Qué obsesión! ¿Es que acaso no es cierto todo lo que hemos hablado?
- ¿A qué te refieres?
- ¿A qué me refiero? Tú lo sabes muy bien, mucho mejor que yo. Tú sabes que es una solemne puta, que llegó aquí ya abierta en canal y que tú la has abierto también, a ella y a las demás...

Le interrumpo. Hemos dicho nada de juzgar a terceros ni groserías. Se lo recuerdo y entonces sonríe, como si quisiera mostrar complicidad.

- Venga, que yo se que eres un bandido... Pero no creas que eres el único con el que se han acostado... Yo no quiero saber nada más, he llegado a tenerle mucho miedo a Rosaura... Miedo de que me haga daño, de que me envenene, ¿sabes?
- Brugal, en primer lugar yo no me he acostado con nadie, y aunque así fuera no te importaría. En cuanto a lo demás, a esos miedos, eso es algo que sólo está en tu imaginación.
- Puede, pero yo me marcho también...
- ¿Adónde?
- No lo sé, pero me tengo que ir. Tal vez a donde ellas han ido.
- Acabas de decir que le tienes miedo a Rosaura.
- Sí, porque es una solemne puta. Y su compañera Teressa una putita. Y conste que para mí esta chica era como de mi familia, pero desde que se ha juntado con la otra se ha echado a perder. Y todo es porque le debe favores a Rosaura, porque la familia de Rosaura es algo más rica y le ha ayudado mucho a la familia de Teressa, que son más pobres.
- Brugal, te lo inventas todo. Tu no sabes nada de sus vidas privadas y estás levantando falsos testimonios.
- Claro, claro que lo sé. ¿Es que acaso ella no vino a mí al principio de estar aquí, a preguntarme porqué los chicos no se le acercaban, esa "señorita"?

Pronuncia la palabra señorita arrastrando mucho los sonidos, en tono de burla.

- Eso no tiene nada que ver.
- Claro que tiene que ver, porque ahora me desprecia, porque tiene un amigo que se lo ha metido en su casa, porque ella es muy viciosa y necesita mucho sexo, necesita hacerlo lo menos dos veces al día, a este chico lo va a hacer polvo, le ha conseguido un puesto en el ejército, un trabajo en un cuartel de aquí cerca, gracias a que ella tiene influencias con algún mando que también la ha abierto en canal y además...

Le vuelvo a interrumpir porque se que ese monólogo puede durar mucho más de los veinte minutos pactados.

- Brugal, ya está bien. Todo eso no es cierto. Sólo tu obsesión enfermiza con esa mujer te hace pensar y expresarte así. No vas a progresar mientras no entiendas que no tienes ninguna opción con ella, que nunca la has tenido, que has malinterpretado quizá algún gesto de simpatía, alguna sonrisa... Tienes que asumir que ya no está y dejar de pensar en ella.
- Qué bandido eres, y cuántas cosas sabes... Es una mujer viciosa, se ha acostado con muchos. Aquí llegó desde el Hospital de La Esperanza y de allí ya venía abierta en canal... por un jefe de servicio... Debieron abrirla muy pronto, a los 19, antes quizá... Qué te crees tú, que has sido el único... Tu lo sabes bien, porque la conoces, te la has tirado como te las tiras a todas, con seguridad te ha chupado el miembro y más cosas, tu lo sabes porque has probado su coñito, bandido, que lo confesaste...
- Basta ya Brugal. Hemos dicho que ni acusaciones ni groserías. Debo dar por terminada esta entrevista.
- Vale. Solo quiero que sepas que yo no me fío más de ella, que nunca más me he de fiar de ella, ¡nunca en la vida! Y aunque venga a pedirme perdón no quiero saber más de ella.
- Bien, es un buen comienzo. Pero tendrás que perseverar en eso. Por un lado es cierto, ya no vas a saber más de ella porque se ha ido de aquí y no va a volver. Tienes todo a tu favor para olvidarla.
- Yo sí me hubiese casado con ella, y le habría dejado todo mi dinero, pero...
- ...
- Pero tú sabes adonde ha ido, ¿verdad, Ettore?
- Desde luego, Brugal, pero no te lo voy a decir.
- Tu ves lo que quiero decir... Eres un maligno tu también. Porque te la tiras todavía, ¿verdad?
- Lo siento Brugal, hemos acabado por hoy. Piensa en lo que te he dicho y vuelve mañana.

Hay gente en este frenopático que no tiene cura. Pasarán los meses y Brugal se adentratá cada vez más en el terreno pantanoso de su propia obsesión, víctima de su enfermizo deseo, de la atracción fatal por una mujer que sólo le hizo caso en su imaginación. Puede que la busque por los alrededores de esta ciudad. Que pida una lista de los centros y la consiga. Que llame a todos intentando averiguar dónde ha podido ir. ¿De qué viscosa materia está hecho el apego?

divendres, 28 de juliol del 2006

Kilimanjaro


Cuando llega el verano a Tonga, el calor es tan fuerte que sus sufridos habitantes no tienen más remedio que huir a un lugar más refrescante, aunque éste se encuentre nada menos que en el corazón del África tropical.

Los que nos quedamos tratamos de ayudar a los que huyen. En mi caso me ocupo de aconsejarles vacunas y otros truquillos. El otro día se me acercó una atractiva tongolesa de mediana edad. Tenía un curioso acento. A mí inevitablemente me recordó a esa afamada actriz llamada Ana, que antes que Obregón fue García. Vamos, que era pelín pijilla.

- Me voy a hacer el Kily, me espetó sin más.
- Ya. Manjaro, ¿no? respondí yo.
- Sí, claro, asintió ella.
- Pues llévate una buena novela, guapa, porque eso en julio está como el by-pass un lunes por la mañana.

Ya no hay tierra sin hollar, ni regiones ignotas. Te vas al Kilimanjaro creyéndote Grace Kelly y te encuentras con una protesta de tractoristas por la subida del gasoil.

dimecres, 26 de juliol del 2006

Alguien voló sobre el nido del cuco


¿Qué opinan ustedes? De acuerdo, no es Jack Nicholson. Pero no me negarán que podría haber interpretado la peli a las mil maravillas.

El más freakie del frenopático


En la vida conoces, desde luego, personajes irrepetibles. En este frenopático hay un buen puñado de ellos. Si un día hiciésemos un concurso para dar un premio al más freakie, suponiendo que yo no participase, sin duda ganaría mi amigo Ramiro Consuegras, alias "el monsergas". Al monsergas le gusta venir y sentarse, compartir un rato de conversación. Desde luego, está loco. Majara. Pirao. Como un cencerro. Buena prueba de ello es que confía en su psiquiatra. ¿A quién, sino a un orate, se le puede ocurrir tamaña insensatez?
El monsergas le da muchas vueltas a las barbaridades que hacía de joven, pero siempre acaba contando sus heroicidades de glotón confeso. Dice que un día se comió una paella para doce. Ya sabéis, la famosa paella tongolesa, con su pollito bien tostadito y sus sabrosas verduritas. A mí me recuerda a los chistes que contábamos de pequeños: va una inspección a un sanatorio y le pregunta al primer loco qué haría si lo soltaran. Aquél responde sin dudar que inmediatamente iría a comprarse diez mil chicles de fresa. "Demente", concluye el inspector. "No, de menta no, de fresa", replica el otro con aplomo. El monsergas, si le dejásemos, se iría corriendo a comerse una paella de veinte. Demente no, de veinte.

dimarts, 25 de juliol del 2006

El último que cierre la puerta


Los cambios se suceden a ritmo pautado, casi métrico, como si estuviesen provocados por la caída invisible y rítmica de las fichas de un dominó. Aquél centro que compartimos los blogueros, ferfo, aire, un servidor, las noches de magia y alcoholes, la espontaneidad, las risas, todo eso ya no existe.
Primero fue la marcha de Ferfo, que nos dejó un inevitable poso de nostalgia. Luego rumores de nuevas agresiones. El embite de Ros y la Vane. Rumores sobre Amada y sobre mí mismo. El siempre aplazado sueño de Rafeta.
Mientras tanto, un grupo de gentes tan desalmadas como ineptas van configurando un nuevo mapa a golpe de cincel...
Creo que es momento, tongoleses, samoanos, ferfitos y demás fauna, momento digo, de recluirnos en nuestras islas a salvo de la tormenta y dejar pasar el invierno.
Y entre tanto, hay quien afirma que en esta imagen se ve claramente una paella. Dónde? Eso es algo que tendrás que averiguar, si de verdad quieres formar parte de este esquizoclub.