dimarts, 25 de juliol del 2006

El último que cierre la puerta


Los cambios se suceden a ritmo pautado, casi métrico, como si estuviesen provocados por la caída invisible y rítmica de las fichas de un dominó. Aquél centro que compartimos los blogueros, ferfo, aire, un servidor, las noches de magia y alcoholes, la espontaneidad, las risas, todo eso ya no existe.
Primero fue la marcha de Ferfo, que nos dejó un inevitable poso de nostalgia. Luego rumores de nuevas agresiones. El embite de Ros y la Vane. Rumores sobre Amada y sobre mí mismo. El siempre aplazado sueño de Rafeta.
Mientras tanto, un grupo de gentes tan desalmadas como ineptas van configurando un nuevo mapa a golpe de cincel...
Creo que es momento, tongoleses, samoanos, ferfitos y demás fauna, momento digo, de recluirnos en nuestras islas a salvo de la tormenta y dejar pasar el invierno.
Y entre tanto, hay quien afirma que en esta imagen se ve claramente una paella. Dónde? Eso es algo que tendrás que averiguar, si de verdad quieres formar parte de este esquizoclub.

4 comentaris:

Ettore Hag ha dit...

Una tal Manola se sienta en su silla metálica ante el ventanal abierto y observa el patio. Su vista está ya cansada, pero asegura que entre la palmera y el limonero, entre buganvillas y murcianas en flor hay una señora paella. La véis?? El próximo día os traigo una foto de la tal Manola.

AIRE ha dit...

Es cierto, el último que cierre la puerta...
Y el que salga que se lo tome con calma, que sea para seguir la senda que un día trazó su destino, para realizar su "sueño" o lo más parecido a él. Que lo haga para estar al servicio de sus propias expectativas y sepa arriesgar en su justa medida para llegar hasta ellas. Que no se de el titubeo o la indecisión. ¡A por todas compañeros! No vale retroceder hacia otras vías secundarias; es el momento de abrirse paso en la autopista que marca la diferencia entre el conformismo y la realización. Entonces muchas batallas empezarán a librarse pero si conservamos la paciencia, la calma mental, si permanecemos serenos en nuestra garita, será nuestro.
¡Que la claridad os acompañe amigos míos!.
¡Os quiero y estoy con vosotros!. Vayáis donde vayáis, hagáis lo que hagáis. Ya no es posible que sea de otro modo.

ferfo ha dit...

Esa palmerita hiedrada, con su paella en la copa (que yo lo sé), me la llevaré una noche de estas a mi isla TongoSamoana, donde los peces me despiertan todas las mañanas con sus cantos y la lluvia me hace bailar pisando el agua como tambores caídos del cielo. Todo azul, y un rayo verde al ponerse el sol.
Que la distancia no nos separe y los sueños nos unan, compañeros.

Ettore Hag ha dit...

Pero enfin, nos estamos poniendo sentimentales y nos olvidamos de que lo mejor está todavía por llegar!!
Lo importante es que seguimos estando a un tiro de piedra y mientras recorremos la distancia las cervecitas se van enfriando... je, je...